Salud Pública

El número creciente de población y su densidad en megaciudades, la movilidad de personas sin precedentes facilitada por los sistemas de transporte modernos y el intercambio de bienes de rápido crecimiento generado por el comercio mundial dejan a nuestra sociedad como un objetivo vulnerable a las emergencias de salud pública. En una charla de TED de 2015, Bill Gates dijo: “La falta de preparación podría permitir que la próxima epidemia sea dramáticamente más devastadora que el ébola”. La declaración desafortunadamente fue profética cuando el brote de la enfermedad del virus corona (COVID-19) se convirtió en una pandemia en 2020. La guerra entre la humanidad y las amenazas a la salud pública será larga. La tecnología debe ayudar a las fuerzas humanitarias en tres frentes. Una es la educación preventiva que difunde eficientemente el conocimiento científico sobre las enfermedades, especialmente para los niños. La otra son las simulaciones que se llevan a cabo antes y durante el progreso de los eventos que perjudican la salud pública y otro bienestar. Por último, pero no menos importante, las aceleraciones de las aplicaciones de tecnología de la información para el cuidado de la salud, como el diagnóstico asistido por IA, la supercomputación para soluciones farmacéuticas, etc.